A veces nos dejamos llevar por las emociones como niños locos dentro de una jugueteria con la felicidad de estar ahí, las ganas de llevarse todo xD, y la necedad de no querer irse pese a que a que haya la opción de regresar.
Han habido ocasiones en que me he encontrado en ese estado de felicidad tal cual como un niño, tan grande que puede llegar asustar o desesperar a cualquiera, pero también, tan sincero como jamás podrían imaginárselo.
Un niño, se ilusiona, pero dejar de ser niño cuando lleva la ilusión a la realidad y utiliza todo su ingenio para poder lograrlo.
Un niño, insiste, pero deja de ser niño cuando su insistencia tiene las bases más honestas y los fines más puros.
Un niño, a veces llora, pero deja de ser niño cuando sus lágrimas se convierten en la más grande de sus fortalezas.
Odio a los niños, es irónico, pero un niño no es niño cuando está convencido de que las cosas pueden ser diferentes si se lo propone y cuando hace un alto, mira a su alrededor, y se da cuenta de la realidad, de que hay algo que falta y que es cuestión de tiempo para obtenerlo.
Como niño y no niño puedo lograr cosas que jamás hubiera pensado lograr, ya encontré lo que falta, ahora se lo dejo al tiempo y empiezo a controlar al niño que llevo dentro pese a que todos tengamos uno igual...
Odio a los niños, es irónico, pero un niño no es niño cuando está convencido de que las cosas pueden ser diferentes si se lo propone y cuando hace un alto, mira a su alrededor, y se da cuenta de la realidad, de que hay algo que falta y que es cuestión de tiempo para obtenerlo.
Como niño y no niño puedo lograr cosas que jamás hubiera pensado lograr, ya encontré lo que falta, ahora se lo dejo al tiempo y empiezo a controlar al niño que llevo dentro pese a que todos tengamos uno igual...
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